martes, 25 de enero de 2011

ORÍGENES DE LA NATACIÓN EN CANARIAS



Manuel Guerra con José Manuel Álamo

La historia moderna de la natación canaria tiene su origen en los años treinta del siglo pasado, y más concretamente en 1935, cuando se constituye por vez primera una federación canaria de natación en la que se inscriben, también por primera vez, los primeros clubes. Hasta esa fecha la natación se practicaba en lugares como las playas de Las Canteras y Las Alcaravaneras, en Gran Canaria, o en el legendario Balneario en Santa Cruz de Tenerife. Se debe a la figura desaparecida del nadador Julio Navarro la llegada a Canarias de los aires de modernidad que dieron el definitivo impulso a nuestra natación, que así se incluye en el circuito de competiciones nacionales.
Ya en 1934 se funda oficialmente en la capital grancanaria el Club Natación Metropole. En su piscina de 20 metros de largo por ocho de ancho y agua salada con dos trampolines, hoy sepultada en el aparcamiento de las oficinas municipales que han sustituido al viejo hotel Metropole que dio nombre al club, Julio Navarro ofreció sus primeras exhibiciones y enseñanzas a muchos de los jóvenes que nadaban en las playas de la ciudad, convirtiendo así la natación en un deporte de masas.
Cuentan las crónicas, y así lo relata el cronista Berto Trujillo en el Boletín de la Federación de Las Palmas allá por 1960, que el famoso entrenador alemán, Paul Wenziner, en sus visitas a España entre 1933 y 1936 venía a Canarias y aprovechaba para enseñar técnicas de natación a los nadadores de Las Palmas. Wenziner trabó amistad con Julio Navarro, quien terminó por convertirse en “un monitor capaz de enseñar a los demás” y quien, por si fuera poco, hizo además las veces de corresponsal en la Olimpíada de Berlín para la prensa local.
Precisamente el periódico La Provincia, del que era director el padre de Julio Navarro, en agosto de 1935, se hace eco del magnífico festival de natación que se celebra en la señalada piscina, donde se batieron los primeros récords de Canarias.
Para asombro del corresponsal, se invirtieron 55 minutos en disputar las ocho pruebas del programa, que se supone era obra del mismo Julio Navarro, que en aquellos momentos, aunque militaba, junto con Fernando Cordón, en el Canoe de Madrid, mantenía una activa presencia veraniega en la ciudad.
Ya en aquella competición tomaron parte nadadores de los equipos Metropole, Canteras y el C.N. Las Palmas con nombres como los de Fleitas, Feo, Antonio y José Hernández Pulido, José Jaimez, Torrent, por parte del Metropole; los de Luís Mentado, Vernetta, Monzón, Manolo, Cabrera y Díaz por parte del Canteras, y los de Rafael René, Indalecio Mentado, Hernández, O’Shanahan y Nuñez, por Las Palmas, que además se imponían a los otros dos en el relevo de 5x40 libres. Las exhibiciones estuvieron a cargo de Rafael Inzenga y Tomas Bolívar en “braza de pecho”; Fernando Cordón y Julio Navarro que la hicieron en espalda, braza y “crawl” respectivamente, mientras Armando Torrent, Joaquín Valle, Luís Ley y Antonio Hernández la hacían en saltos de trampolín. Según reseñaba la crónica de la época, el árbitro y “speaker” fue Luís Corujo; los jueces lo fueron Diego Mesa y José Miranda y el “starter” el propio Julio Navarro.
El primer campeonato regional de Canarias fue antesala de la primera comparecencia canaria en un campeonato de España, el que se disputara en la piscina de Las Arenas en Valencia.
Para poder participar en este campeonato hubo, no obstante, que constituirse primeramente en Federación. El reglamento de la Federación Española de Natación así lo exigía, por lo que es precisamente en ese año de 1935 cuando se constituye la Federación Canaria de Natación. El mismo reglamento requería que fueran tres al menos los clubes que dieran lugar a una federación regional.  Los fundadores de nuestra natación moderna lo hicieron con cinco: Athletic Club, Club Náutico, C.N. Strangers y el C.N. Metropole, todos de Gran Canaria, a los que se sumó el C.N. Balneario de Tenerife, que era el epicentro de esta actividad en isla gracias al esfuerzo y dedicación de Paco Rancel.
La primera junta directiva estuvo integrada, según nota de prensa que publicó La Provincia el 4 de agosto de ese año, por Silvio Montero Paulier, como presidente; Juan Gil Hernández, como vicepresidente; Sixto Flores del Cueto, como secretario; Germán Pírez Pérez, como tesorero; Rafael Bird Pérez, como contador y como vocal un representante del C.N. Balneario de Tenerife.
El golpe de Estado de julio de 1936 y la guerra civil consecuente provocaron que se suspendieran las competiciones oficiales, pero no consiguieron que declinara la afición a este deporte en las islas. Y eso que la natación deportiva en Canarias, todavía en 1940, sólo se practicaba en las dos capitales canarias y con escasez de medios, puesto que no existían más que la piscina del Metropole en Las Palmas de Gran Canaria y la del Naútico en Santa Cruz de Tenerife. En ambas piletas, sin embargo, se forjaron los nadadores que habrían de ganar, por primera vez, el XXXI Campeonato de España de Natación, que se celebró en Palma de Mallorca en 1941.
Al año siguiente se celebran en Santa Cruz de Tenerife, en la piscina del Club Náutico (la única en las Islas con distancia reglamentaria, entonces de 33,33 metros), los XXXII Campeonatos de España, que de nuevo son ganados por el equipo de Canarias. Los entrenadores del equipo canario eran Enrique Martínez y Acidalio Lorenzo. Fue la primera ocasión en la que Canarias participó en féminas, quedando en tercer lugar.
La selección canaria continuaría ocupando sitio en el podio en las siguientes ediciones, siempre en segundo o tercer lugar. Hacia mitad de la década irían apareciendo nuevos clubes (CN Alcaravaneras, sección de natación del Real Club Victoria) y, a pesar de los problemas que se venían arrastrando y de las penurias económicas de la época, se volvieron a celebrar en 1947 los Campeonatos de España de Natación, en la recién estrenada piscina Julio Navarro que fuera promovida por el Mando Económico, en Las Palmas. El equipo regional quedó en tercer lugar, pero ya era una potencia de la natación española como se constataría el siguiente año cuando alcanzaría el primer lugar en los citados campeonatos. La etapa dorada de la natación canaria caminaba hacia sus mejores momentos. En esta edición de los campeonatos destacan Francisco Calamita[1], que había batido recientemente los récords de España de 100 y 200 m. espalda –octava marca mundial-; Manuel Guerra[2], Campeón de España en 100 m. libres y primer nadador español en rebajar la barrera del minuto en esta modalidad, y el considerado el nadador español más completo en la década de los cincuenta, Jesús Domínguez[3], que fue subcampeón de España en 100, 400 y 1500 m. libres. Estos tres ases de la piscina serán los primeros deportistas canarios en acudir a unos Juegos Olímpicos.
En 1948, en efecto, se celebraron los XIV Juegos Olímpicos en Londres. España acudió a la cita con 64 deportistas para competir en nueve modalidades. En natación, si exceptuamos a los jugadores de waterpolo, fueron seis los participantes, tres eran canarios: Francisco Calamita, Manuel Guerra y Jesús Domínguez. Sus resultados fueron modestos, acordes con los realizados por el resto del equipo.
A pesar del escaso bagaje conseguido, hay que puntualizar que Manuel Guerra y Jesús Domínguez son los nadadores canarios que en más pruebas han competido en una sola edición de las olimpiadas (3) y que entre los tres nadadores canarios que acudieron a los Juegos Olímpicos de Londres participaron en siete pruebas, algo que no se ha logrado en ninguna otra ocasión.
La Federación Canaria de Natación tiene el rango de ser una de las federaciones deportivas canarias que más deportistas ha aportado a los equipos olímpicos españoles a lo largo de su historia.


 


[1] Francisco Calamita González participó en todos los campeonatos de España entre 1939 y 1951. Recordman nacional de los 100, 200 y 400 metros espalda, siendo el último deportista en conquistar el título en los 400 metros, al eliminar la Federación Española de Natación dicha distancia de la programación oficial. Hombre récord de los 4x100 libres, formando equipo con Weyler, Rodríguez y Beuster. Recordman también de los 3x100 estilos en compañía de Guerra y Weyler. Y recordman asimismo de los 4x100 libres con Domínguez, Guerra y Beuster. Comenzó en este deporte en el Club Natación Balneario, allá por el año 37. Ese año participó en los Campeonatos de Canarias de la categoría Infantil, lo que lo llevó a la cita nacional, para convertirse, años después, en campeón de España universitario en diversos estilos. Posteriormente marchó a Uruguay, quedando campeón del país, además de batir el record nacional. Tras regresar a Tenerife, en el año 46, fichó por el Club Natación Barcelona. Véase El Día, 10 de febrero de 2007.
[2] Nacido un 18 de julio de 1928 en Las Palmas de Gran Canaria, Manuel Guerra fue uno de los nadadores más carismáticos de la natación española, capaz de brillar tanto en braza, como en crol, mariposa, e incluso, aunque no tanto, en espalda, con una larguísima carrera deportiva que abarca desde los primeros años de la década de los 40 hasta 1959, cuando, ya con 31 años, se retiró de la natación. Su carrera en competiciones nacionales se inicia un 13 de septiembre de 1944, en la madrileña piscina de 50 metros de “El Lago”, cuando, con 16 años, poco después de haberse quitado los pantalones cortos (como era costumbre en aquellos tiempos), se izaba al primer nivel de la natación española al conseguir el título de campeón de los 200 metros braza con un tiempo de 3,05”9, título que confirmaba un año más tarde al imponerse en la piscina de 25 metros del Club Natación Helios de Zaragoza, con 3,04”8. Después, 15 y 17 de septiembre, su primera participación internacional, integrando en el equipo español que enfrenta, y vence, 47-40, al de Portugal en la piscina de 33’33 metros del “Sport Alges y Dafundo”. Volviendo de Lisboa, hace un alto en Madrid, y el 22 de septiembre aprovecha una competición en piscina de 25 metros, para hacer un intento de récord de España de los 100 metros braza, en el que señala un tiempo de 1,16”5, pulverizando el anterior récord del español (aunque residente en las Filipinas) Alfredo Garcia Garamendi, 1,20”8 en julio de 1940. Hay que decir que en su intento, Manolo Guerra empleó, parece que por vez primera vez en España, la modalidad de mariposa, nadando en ella los primeros 50 metros, pasando después a la braza clásica, un cambio que permitían los reglamentos de aquella época. El 24 de marzo de 1946, y en la piscina del Real Club Náutico de Tenerife (33’33 metros. y agua salada), al no haber ninguna piscina de 25 metros en Gran Canaria (la única que había, la del Hotel Metropole, no media más de 20 metros), supera el récord de España de los 200 metros braza con 2,53”2, rebajando los 2,59”1 que el castellano Carlos del Moral tenía desde agosto de 1935. Meses después, 18 de julio, celebra su decimoctavo cumpleaños, superando, de nuevo en Tenerife, su récord de España del hectómetro, dejándolo ahora en 1,15”4, parece que, como en el anterior, empleando mariposa en la primera mitad de la prueba. No volverá a superar ningún otro récord en las pruebas de braza, aunque sí conseguirá dos nuevos títulos en los veranos de 1946 (La Coruña, piscina de “La Solana”, 33’33 metros y agua salada), y 1947 (Piscina “Julio Navarro” de Las Palmas, 33’33 metros, agua dulce), rebajando progresivamente sus tiempos a 2,59”6 y 2,55”7, aunque en estas dos últimas finales parece que también llegó a emplear mariposa. Sin embargo, el destino del canario no parece estar en la braza. Perfectamente dotado para la natación, poco a poco empieza a inclinarse hacia el crol, participando ya en 1947 con el cuarteto canario del relevo largo que se proclama subcampeón de España, por detrás de la Federación Catalana. Después, terminada la que será su última temporada como bracista, se lanza de lleno al crol, con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Londres. Sus magníficas condiciones le permiten asegurarse un éxito rápido: el 28 de marzo en la “Julio Navarro”, reduce el récord de España a 1,00”8, rebajando en medio segundo el anterior del aragonés Segismundo Pera (1,01”3 en octubre del 1946), y ya en plena euforia, el 19 de abril, aprovechando el agua salada de la piscina del R.C.N. Tenerife, se convierte en el primer español que nada el hectómetro en menos del minuto, con 59”8, récord que, por tercera vez, rebajará hasta 59”4 pocas semanas después, el 22 de junio, nuevamente en la “Julio Navarro”, atreviéndose incluso con la distancia superior, cuando al día siguiente supera el récord de los 200 metros con 2,20”4, mejorando en una décima los 2,20”5 que el castellano Isidoro Martinez Ferry había conseguido veinticuatro horas antes en Madrid en una piscina de 25 metros. Considerada como una de las grandes hazañas de la natación española, los dos récords del hectómetro le sirven a Manolo Guerra para entrar en la selección olímpica que se desplaza a Londres, aunque demuestra sobradamente su derecho a estar allí, al lograr el título de campeón de España, 1,02”0 en la (antigua) dura piscina de Montjuic. Después, ya en Londres, nada el hectómetro crol en 1,00”7 (su mejor marca en piscina larga), 4º de la 2ª eliminatoria, clasificándose en el 14º lugar, es decir, con derecho a entrar en semifinales, aunque la fórmula de clasificación no se lo permite, puesto que sólo clasifican, con un sistema mixto, los dos primeros de cada serie y los cuatro mejores tiempos de los terceros clasificados. Después, con el equipo de 4x200 metros, será 10º, superando el récord de España de la prueba, e incluso se convierte en un improvisado espaldista, nadando la 4ª serie de los 100 metros en 1,14”8, y demostrando así su versatilidad. En 1949 revalidará su título del hectómetro, imponiéndose en los Campeonatos de España disputados en Palma de Mallorca, piscina de 33’33 metros  y agua salada, con 1,02”1; tercero, tres décimas por detrás, llega quien, sin él saberlo todavía, va a convertirse en su “pesadilla deportiva” a lo largo de seis largos años, privándole hasta prácticamente el fin de su carrera deportiva del título del hectómetro, el catalán Robert Queralt. Véase Guillén Alsina, Notinat.com.es, 9 de mayo 2010.
[3] Jesús Domínguez fue 29 veces campeón de España en las modalidades de mariposa y croll, logró nada menos que 46 record nacionales y en 43 ocasiones fue campeón de España por equipos. Conocido cariñosamente como el Grillo, representó a España en 60 ocasiones. Véase El Día, 26 de marzo de 2003.

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